Buenas! Retomo por acá el intercambio en los foros. En estos días volví a leer algunos materiales de este tema (y el de historias orales), y leí por primera vez varios artículos incluídos en el libro La Historia o las historias. Dos de las principales cuestiones que me quedaron dando vueltas a modo de reflexión, luego de estas lecturas son:
Por un lado el carácter no lineal de la historia, que no progresa sino que a veces parece detenerse, volver atrás, dar grandes saltos. Es un devenir que adopta diversas formas, incluso, en ocasiones se reactualiza el pasado en el presente, en una "cíclica reactualización", como dice Cusicanqui en el artículo del libro.
Por otro lado, me parece fundamental la propuesta de pensar las historias en plural, y no en singular. Considero que esto tiene muchos puntos en común con la perspectiva de las memorias colectivas, en la medida que da lugar a los diversos sentires, deseos, interpretaciones y vivencias, sobre lo que pasó y lo que pasa en los espacios que habitamos.
En cuanto a las historias orales y ya enganchando con el tema que las aborda especialmente en este curso, me quedé reflexionando sobre el para qué trabajarlas, como aspecto central de esta herramienta como en cualquier otra. Creo que las historias orales, como las trabajan desde el Ilusionismo social apuntan a generar convivencialidad, a potenciar procesos colectivos en los espacios y tiempos cotidianos, a generar lazos comunitarios. En este sentido también creo que hay puntos en común con otras técnicas, siempre dependiendo de cómo se usen y como bien dicen, de en qué circunstancias se proponen, ya que no todo vale para cualquier contexto. Se trata de buscar, en cada caso particular, qué aportes hacer para fomentar las medicaciones sociales deseadas (que también son particulares en cada caso).
Gran abrazo!