¿La dignidad es solamente de las culturas populares?
La vida cotidiana no es cultura de masas porque son esencialmente las maneras y formas diferentes de resolver, interactuar, relacionarse en situaciones de conflicto, imprevistas, que se vive en espacios donde lo que emerge es la diferencia, lo heterogéneo, como en la casa Uribe, que cada uno creyó y confió en la estrategia según su manera.
-Tenemos que levantar un techo antes del amanecer, la ley es muy estricta en estos casos y no hemos pagado el predio. (abogado)
-Sí vamos a levantar un techo, pero no porque la ley así lo diga, sino porque ha sido nuestra ilusión, y porque lo necesitamos.
Esta parte del vídeo donde aparece el final de "la estrategia del caracol" me lleva a compartir las cosas que comentamos en una sesión de trabajo, cuando observamos uno de los temas más recurrentes entre la gente de lomas de zaragoza (que compartieron en las entrevistas para las historias Orales) el asunto de la vivienda/la construcción de las casas. Luchamos para mejorar nuestras condiciones de vida" decía Maricel.
Cuentan cómo con ayuda de sus familias (esposa o pareja e hijos) pegaron tabique tomaron piedras, echaron arena, grava, agua, cemento y manos a la obra. Con alegría y entusismo lo comparten. En ese momento les platiqué a los compañeros sobre mis padres y su estar en la ciudad de México, (ellos migraron del estado de Veracruz y de Oaxaca en los años 70s) Mi madre es hablante de la lengua materna (mazateco) y cuando llego a la Ciudad no hablaba el español o castellano por lo que de alguna manera las relaciones de abuso laboral, acoso, discriminación y exclusión en la que se sumergió (supongo en la cultura de masas) definió también la manera de relacionarse con la gente y más tarde con nosotros, pues no hace mucho me comentó: No quisé enseñarles el mazateco porque yo quería un mejor futuro para ustedes" y eso me entristeció y enojó al mismo tiempo, pero comprendí por qué.
El asunto de la dignidad lo percibí cuando en otra ocasión me comentó que el dueño del edificio les pidió el cuarto donde vivíamos " yo no le dije nada al dueño, pero si me sorprendí, pues yo hacia bien mi trabajo y el no nos pagaba completo, solo le contesté si señor tenemos a donde ir, cuando él me preguntó, él me dijo que no cabíamos ahí, lo bueno que ya habíamos juntado unos ahorros y entonces compramos el terreno, yo me sentí mejor a la vez y contenta yo quería tener un lugarcito donde estar con ustedes, donde no miraran mal a mis hijos, donde pudieran jugar correr, gritar con más libertad y no tenerlos encerrados como si fueran animalitos" Mis papás nunca pertenecieron a una organización social, colectivo o grupo de vecinos pero a través de éste relato de mi madre comprendí un poco lo qué quizá refiere a la esperanza de lo imposible, y que hay forma diferentes de enfrentarse a un abuso de poder/de autoridad/ como aparece en la película: los de la casa Uribe cambiaron la estrategia y ya no recurrieron a la confrontación. En la película participa demasiada gente, permite imaginar todo lo que pueden hacer. Las experiencias de mi padres y algunas de las entrevistas de los vecinos de Lomas refieren a los núcleos familiares y pocos involucran a los vecinos cuando cuentan sobre la construcción de las casas pero comparten la alegría el sueño de un vivienda.